¿Brecha entre estrategia y ejecución? ¿Qué la causa?
“Por lo general, las empresas sólo concretan un 60% del valor potencial de su estrategia de ejecución”
Esta aseveración llamó poderosamente mi atención. Fue escrita en un artículo publicado en la Harvard Business Review por Michael Mankins y Richard Steele.
La pregunta que a todos nos viene a la mente es ¿por qué pasa esto con la estrategia de ejecución?
Es justamente en esa pregunta que me detendré en este artículo. ¿Cuáles son las razones más comunes para que la estrategia de ejecución, planteada por una organización, no capturen el 100% de su potencial?
Hay varias causantes para la brecha existente en las organizaciones entre estrategia y ejecución. Las dividiré en 3 grupos:
-Comunicación
– Recursos
– Ejecución
En promedio, las organizaciones pierden 16% del potencial de la estrategia por temas de comunicación, 16% por temas de ejecución y cerca de un 8% por no asignar los recursos adecuados.
En lugar de entrar al detalle de las razones por las cuales las organizaciones tienen brecha entre estrategia y ejecución, les daré una serie de tips de las cosas en que debieran de enfocarse para sacarle el 100% de potencial a la estrategia de ejecución:
Comunicación:
– Darle la importancia debida a la comunicación de la estrategia. Que toda la organización esté clara de lo que se busca y el por qué. Muchas empresas están claras en lo que hacen y en el cómo lo hacen, pero se olvidan del por qué lo hacen. Es lo que Simon Sinek llamó el “golden circle” o círculo dorado: centrarse en el porqué hacemos lo que hacemos. En la medida en que toda la organización entienda el porqué hacen lo que hacen, será mucho más sencillo comunicar una nueva estrategia, pues, difícilmente, el porqué de una organización cambie. Lo hará el qué y el cómo.
– Definir claramente las acciones a seguir para cumplir la estrategia. Esto vendría siendo el cómo. Debe ser lo más claro posible y sin un lenguaje muy elaborado. Todos deben entenderlo y entender lo mismo.
– Definir claramente a los responsables. Quién hará qué y cuándo se espera que lo hagan. Para esto es vital que cada responsable cuente con un KPI numérico, medible en tiempo y forma.
Cada acción debe tener un responsable y un KPI. Además, debe estar comunicado claramente.
Suena lógico y fácil, pero en la realidad las organizaciones se encuentran con problemas para que sea de esta forma.
Recursos
– Asignar los recursos necesarios y adecuados.
Ejecución
– Estructura organizacional de acuerdo a las acciones definidas. En muchas ocasiones se desea realizar planes en regiones o países en donde la estructura de la organización no está alineada. En cierta forma, este punto está ligado a los recursos mencionados anteriormente.
– Establecer la mejor forma de darle seguimiento a cada acción y KPI. De vital importancia medir cada acción de la forma correcta. Una mala medición, ya sea por usar la herramienta o la periodicidad incorrectas, impacta en el posible resultado de cada acción.
– Compromiso de las gerencias con las acciones o parte de las acciones. Pueden enfocarse en los resultados de su área o de su departamento y dejan de ver cada acción como parte de una estrategia general. Cada gerencia debe preguntarse “cómo mi equipo impacta la consecución de la estrategia de la compañía?”, “lo que estamos haciendo está ayudando?”. Si la respuesta a la segunda pregunta es no, hay varias cosas que deberá replantearse.
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